Experimentos y reflexiones
Paisaje Sonoro
La mayoría de mi Diario de Sonidos esta compuesto por sonidos vernaculares. Al tratarse de sonidos grabados en casa, gran parte de ellos son sonidos cotidianos y alguno repetitivo.
Mi reflexión acerca de los sonidos que podemos grabar en casa ha sido una sorpresa ya que vivo en el centro neurálgico de una pequeña ciudad y mi piso esta rodeado por calles peatonales. He podido comprobar una cantidad de sonidos que había normalizado y ya no escuchaba. Desde las campanadas de la Prioral, a escasos 80 metros, al camión de limpieza de la brigada municipal, al “xivarri” generado por los visitantes, etc..
Los archivos de video registrados que presento son una controversia entre el paisaje sonoro natural y el paisaje sonoro urbano. De los sonidos al caminar por el asfalto de la urbe vacía al caminar por un bosque frondoso.
Pese a que en principio quería que mi diario de sonidos se basase en sonidos cotidianos, el sonido que realiza una cafetera, una ducha, una campana extractora, el cerrar con doble vuelta la puerta de entrada, el sonido del secador, etc.. La tendencia ha sido a registrar los paisajes sonoros de mi entorno, un patio interior, el centro urbano, una cafetería ..
De alguna manera me puedo sentir inspirado por cierta obra que reúne Regina Burbach. La artista mediante sus grabaciones en distintos viajes compone y sitúa sus diferentes paisajes sonoros. Se entiende esta composición como contextos geográficos, estados de ánimo con cierta musicalidad. La misma sensación me ocurre a mi cuando ando de viaje y escucho la moledora de café natural o el calentador de leche, etc.. Esta variedad de fuentes sonoras me transportan a mi hogar, a mi confort.